Sector agrario

El sector agrario representa uno de los sectores Imagen Sector Agrario con mayores índices de siniestralidad y tiene la singularidad de que en el desarrollo de la actividad hay un alto porcentaje de trabajadores temporales y colaboran frecuentemente familiares.

Las características específicas de la actividad agraria, como la diversidad de tareas, el trabajo con maquinaria pesada y animales, el uso de productos fitosanitarios y otras sustancias químicas, las elevadas exigencias de carácter físico, realizadas en ocasiones en condiciones ambientales extremas, el aislamiento en el lugar de trabajo, el bajo nivel de formación, etc., ocasiona una gran variedad de riesgos laborales a los cuales están expuestos los trabajadores.

En este espacio se espera dar respuesta a las cuestiones principales relacionadas con los riesgos laborales en el sector, tanto en relación con la siniestralidad y las enfermedades profesionales que se pueden producir como en los diferentes factores de riesgo, que puedes encontrar como apartados específicos. En ellos tratamos aspectos como la maquinaria agrícola y específicamente el tractor por su elevada presencia en el sector, los productos fitosanitarios y otros productos químicos que se pueden encontrar en este tipo de explotaciones, riesgos físicos como los derivados de las condiciones ambientales, el ruido, las vibraciones, etc., los trastornos musculoesqueléticos, la vigilancia de la salud, etc.

También encontrarás subtemas específicos sobre algunas actividades debido a sus características especiales. Concretamente, hay apartados para la ganadería, los trabajos forestales y los trabajos en invernaderos.

El estudio de estos riesgos laborales ha generado una extensa documentación dirigida a la protección de los trabajadores de este sector. En este Portal se ha agrupado y organizado la información más relevante para que sea utilizada para evitar los accidentes laborales y enfermedades profesionales. De esta forma se incluyen apartados que abordan aspectos preventivos relacionados con la maquinaria agrícola, el tractor o los productos fitosanitarios, otros apartados relacionados con riesgos específicos: ruido, vibraciones, agentes biológicos, trastornos musculo esqueléticos, etc., y otros apartados específicos para algunas actividades debido a sus especiales características. Concretamente, hay apartados para la ganadería, los trabajos forestales y los trabajos en invernaderos.

 

Nombre de la sección

Información básica

Aquí respondemos a algunas de las dudas básicas del sector agrario.

El sector agrario incluye las actividades recogidas en la división 01 del Grupo A de la Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE): “Agricultura, ganadería, caza y servicios relacionados con las mismas” y la división 02 “Silvicultura y otras actividades forestales”.

Dentro de la división 01, las actividades fundamentales son la producción agrícola y producción animal.

Dentro de la producción agrícola, las actividades de clasifican a su vez en cultivos perennes y no perennes y propagación de plantas, grupos que, a su vez se clasifican en otros subgrupos.

011. Cultivos no perennes
0111 Cultivo de cereales, leguminosas y semillas oleaginosas
0112 Cultivo de arroz
0113 Cultivo de hortalizas, raíces y tubérculos
0114 Cultivo de caña de azúcar
0115 Cultivo de tabaco
0116 Cultivo de plantas para fibras textiles
0119 Otros cultivos no perennes
012. Cultivos perennes
0121 Cultivo de la vid
0122 Cultivo de frutos tropicales y subtropicales
0123 Cultivo de cítricos
0124 Cultivo de frutos con hueso y pepitas
0125 Cultivo de otros árboles y arbustos frutales y frutos secos
0126 Cultivo de frutos oleaginosos
0127 Cultivo de plantas para bebidas
0128 Cultivo de especias, plantas aromáticas, medicinales y farmacéuticas
0129 Otros cultivos perennes
013. Propagación de plantas
0130 Propagación de plantas

Algo similar ocurre con la producción ganadera, que incluye la cría y reproducción de animales tan distintos como vacas, cabras o pollos o conejos.

014. Producción ganadera
0141 Explotación de ganado bovino para la producción de leche
0142 Explotación de otro ganado bovino y búfalos
0143 Explotación de caballos y otros equinos
0144 Explotación de camellos y otros camélidos
0145 Explotación de ganado ovino y caprino
0146 Explotación de ganado porcino
0147 Avicultura
0149 Otras explotaciones de ganado

Y no hay que olvidar que, a pesar de tratarse de una actividad residual atendiendo el número de trabajadores expuestos, incluye también la caza, captura de animales y servicios relacionados con las mismas. Por supuesto, también se incluye dentro de las actividades del sector, la producción agrícola combinada con la producción ganadera así como las actividades de apoyo a la agricultura, la ganadería y las de preparación posterior a la cosecha y el tratamiento de semillas para la reproducción.

En el apartado de silvicultura y explotación forestal, la actividad principal es la del mismo nombre, pero incluye también la explotación de la madera, recolección de productos silvestres (excepto madera) y servicios de apoyo a la silvicultura.

Según las conclusiones del Diagnóstico de situación del sector agrario, en el que se estudiaron las condiciones de trabajo a partir del análisis de siniestralidad, se pueden extraer importantes conclusiones.

Los trabajadores del sector se caracterizan por ser mayoritariamente hombres, con un predominio en todas las actividades agrarias y ganaderas, que en silvicultura llega a superar el 90%. También se trata de una población más envejecida que la media, especialmente en ganadería, siendo aquí la silvicultura la excepción.

El nivel de formación de los trabajadores es bajo, estando por debajo de la media, especialmente en las actividades agrarias y ganaderas, donde más del 70% de los trabajadores solo han finalizado la primera etapa de educación secundaria. Estos datos son coherentes con los que ofrece el análisis de las ocupaciones en el sector, con una mayoría de trabajadores ocupando puestos de menor nivel y especialización de las competencias en detrimento de trabajadores en tareas de dirección y personal técnico y profesionales.

Se trata de un sector en el que predominan los autónomos y microempresas, existiendo comparativamente una proporción elevada de cooperativistas. Además, uno de los principales problemas en el sector es la dispersión de los centros de trabajo, así como la distancia a centros de población y en muchas ocasiones un acceso difícil.

En la siguiente tabla se observa como la situación profesional difiere bastante del total de actividades (con la excepción de Silvicultura), existiendo una proporción de empresarios con o sin asalariados mucho más elevada en detrimento de la proporción de asalariados.

Imagen gráfico sobre situación profesional de los trabajadores en el sector agrario

La temporalidad de los distintos cultivos lleva a una elevada estacionalidad de las tareas que genera una alta presión de tiempo en época de recolección por ejemplo. Y esto nos lleva a una alta temporalidad en la contratación. El porcentaje de contratos temporales es mucho más alto en este sector que en el total de las actividades llegando a ser superior al 70% en la actividad agraria.

Al requerir mucha mano de obra en poco tiempo y no requerirse en muchos casos una formación especial, se recurre con frecuencia a trabajadores de otras nacionalidades que en ocasiones no conocen bien el idioma e incluso provienen de culturas diferentes que pueden llevar a una visión del riesgo distinta.

En estas explotaciones se realizan un elevado número de tareas diferentes ya que, aparte de que la propia actividad agraria y/o ganadera es de por sí bastante variable, se llevan a cabo tareas de mantenimiento de las instalaciones por ejemplo con una serie de riesgos añadidos a la propia actividad.

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El índice de incidencia de accidentes de trabajo con baja en trabajadores afiliados del sector agrario se encuentra muy próximo al de industria y ambos por debajo del de construcción, aunque muy por encima del total de actividades.

De mayor interés es analizar la evolución en el tiempo de estos índices, ya que en la siguiente gráfica podemos observar que en el caso del sector agrario se mantienen e incluso se observa una leve tendencia al incremento, mientras que en el resto de los sectores en general tienden a la baja.

Gráfica sobre Evolución temporal de los índices de incidencia sectoriales

La rama de actividad de Agricultura, Ganadería, Caza y Servicios relacionados con las mismas, viene siendo calificada en los últimos años por el Observatorio Estatal de Condiciones de Trabajo como prioritaria para el desarrollo de políticas preventivas eficaces, debido a su destacada incidencia de accidentes graves y mortales, así como por el elevado número de trabajadores ocupados y potencialmente expuestos a este tipo de accidentes (índice de accidente de trabajo en jornada laboral calificados como graves o mortales ajustado por la población afiliada)1. Además, la silvicultura y explotación forestal continúa siendo la rama de actividad con el segundo mayor índice de incidencia de accidentes con baja2.

Recientemente se ha publicado un nuevo estudio sobre la siniestralidad en las Pymes para identificar sectores y actividades donde es prioritario actuar3, que da respuesta a la Línea de Actuación 2A.1 de la Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo 2015-2020 (EESST). Según este estudio, al desagregar por sexo los índices de accidente de trabajo en jornada laboral ajustado por la población afiliada, la actividad de Agricultura, ganadería, caza y servicios relacionados con las mismas, aparece como actividad prioritaria para el grupo de mujeres, en los tres rangos de plantilla en la empresa analizados: de 1 a 9 trabajadores, de 10 a 25 trabajadores y de 26 a 49 trabajadores.

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Dada la amplitud de actividades que se realizan en el sector, los riesgos pueden ser muy variados. Además en muchas explotaciones se realizan actividades combinadas de agricultura y ganadería, sin hablar de las grandes diferencias que hay con la silvicultura.

Imagen de una persona recolectando fruta

No obstante, a través de este portal trataremos de dar información sobre los principales riesgos que se pueden encontrar.

Debido al trabajo en exteriores, los factores climatológicos son de gran importancia, ya que no solo influyen en la organización del trabajo, sino directamente en la salud de los trabajadores. Por otra parte, está claro que el clima de Asturias, no es comparable al de Almería. Por ello, dependiendo de la actividad, la zona geográfica y el momento del año, se deberá tener en cuenta factores tales como la temperatura, la humedad del ambiente, la lluvia, el viento, las radiaciones solares, etc.

El trabajo en exteriores también expone a los trabajadores al contacto con animales o plantas que puedan ser dañinas debido a picaduras, mordeduras, o a reacciones diversas por contacto.

En otras actividades es posible controlar las condiciones del lugar de trabajo y garantizar que los suelos, puertas, iluminación, servicios, etc. cumplen unos requisitos básicos que protegen al trabajador. Sin embargo, en este sector, ello no es posible, estando por tanto los trabajadores a riesgos derivados de suelos irregulares, deslizantes por la lluvia, con objetos con los que se puede tropezar (naturales o no), elementos con los que cortarse, arañarse o golpearse (por ejemplo ramas de árboles, vallas), etc.

Para muchos de los trabajos se deben utilizar herramientas, desde simples herramientas manuales como tijeras de podar hasta motosierras, que requieren una formación específica para su utilización ya que pueden dar lugar a accidentes importantes.

También hay riesgos derivados del uso de vehículos agrícolas, especialmente tractores, de amplia utilización en el sector, así como maquinaria agrícola muy variada, sembradoras, cosechadoras, etc.

El uso de maquinaria, es una fuente de riesgo por exposición a ruido y vibraciones fundamenta fuente de riesgos tales como la exposición a ruido y a vibraciones.

Son también muy variados los productos químicos que se pueden encontrar en estas explotaciones. Empezando por los productos fitosanitarios necesarios para proteger y mejorar las cosechas, abonos y fertilizantes, carburantes para los vehículos, así como un amplio espectro de productos que se pueden utilizar para todas las tareas de mantenimiento de las explotaciones.

Si se cría ganado, existe además exposición, por una parte, a los daños que pueden producir los animales (mordeduras, coces, etc) y por otra a las posibles enfermedades que estos puedan transmitir a los humanos.

A pesar de la mecanización que se ha producido en el sector en los últimos tiempos, se trata de trabajos en los que sigue habiendo altas exigencias de carga física, tanto por manipulación de cargas, como por posturas inadecuadas y/o mantenidas y movimientos repetidos.

Y no hay que olvidar los factores psicosociales, que se encuentran en todo tipo de actividad, y por supuesto también en este sector. Factores como la presión de tiempo, la repetitividad o monotonía de la tarea, la falta de poder de decisión, la valoración, o las relaciones personales entre otros, pueden ser causa de daños a la salud.

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La evaluación de los riesgos es la base para la gestión preventiva en cualquier actividad. En el sector agrario, la amplia gama de tareas que se realizan y el gran abanico de factores de riesgo, complica en gran medida la realización de una evaluación de riesgos adecuada que responda a los objetivos y expectativas que tenemos de la misma, que en definitiva es garantizar que conocemos los riesgos que hemos de gestionar y tenemos información suficiente sobre ellos para adoptar las medidas preventivas y correctoras adecuadas priorizándolas correctamente.

Imagen de la evalucación del riesgo en el sector agrarioPara decirlo de una manera fácil, realizar una buena evaluación de riesgos en este sector se requiere de técnicos de prevención con alta cualificación, experiencia y conocimientos del sector.

Imagen de un hombre junto a un camión

Pero además nos enfrentamos a una gran dispersión de los centros de trabajo que puede requerir elevado tiempo solo para el desplazamiento hasta el lugar. La estacionalidad de las tareas así como los distintos cultivos que se pueden tener en una misma explotación dificultan igualmente la evaluación ya que se requerirían varias visitas para ver todos los procesos.

Sería necesario comenzar realizando una identificación de los riesgos presentes y continuar aplicando algún método general de evaluación de riesgos. Sin embargo, esta evaluación inicial, nos llevará, casi con toda seguridad a la necesidad de aplicar métodos específicos para los riesgos que no se puedan evitar y cuyos daños a la salud puedan ser importantes.

Un documento de la Comisión Europea que puede resultar de gran interés es la Guía no vinculante de buenas prácticas dirigida a mejorar la aplicación de las directivas sobre la protección de la salud y la seguridad de los trabajadores en la agricultura, la ganadería, la horticultura y la silvicultura.

En ella se incluye una herramienta para la realización de la evaluación de riesgos laborales de una explotación agrícola. Esta herramienta incluye una base de datos con 128 peligros evaluados, adaptando dicha evaluación al caso en particular, pudiendo añadir nuevos peligros.

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