Fundamentos del plan de choque para la reducción de los accidentes mortales en el trabajo

Las políticas públicas en materia de seguridad y salud en el trabajo de los últimos años, junto con el esfuerzo de las empresas y de los trabajadores y las trabajadoras de nuestro país, han sido sin duda un elemento dinamizador de las mejoras que en prevención de riesgos laborales se han producido en los entornos de trabajo.

En fechas muy recientes, la Comisión Europea ha aprobado un nuevo marco estratégico de seguridad y salud en el trabajo para el período 2021-2027. De manera inmediata, el Ministerio de Trabajo y Economía Social, a través del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo como centro coordinador, se dispone a abordar la negociación de un nuevo marco estratégico nacional en el ámbito de la Comisión Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo.

Imagen de trabajador en un andamio

¿Por qué un plan de choque?

La evolución de los principales índices de incidencia de accidentes de trabajo muestra una tendencia decreciente y notable desde el año 2000 hasta 2012. En este período, se produjo una reducción de -61 % de los accidentes totales. Sin embargo, desde 2012 los índices de siniestralidad han permanecido prácticamente estables. Esta evolución ha sido similar para los accidentes mortales, con marcado y gradual descenso entre 2000 y 2012, seguido de una discreta tendencia al alza y estabilización posterior.

 

 

Esta circunstancia ha motivado al Gobierno a impulsar un plan de choque para combatir la siniestralidad laboral, especialmente los accidentes de trabajo con resultado de muerte, que cada año producen irreparables daños. Desde el Ministerio de Trabajo y Economía Social no pueden aceptarse estas cifras de accidentes mortales con sensación de conformidad, y más bien al contrario, se quiere poner de manifiesto la voluntad firme y decidida de sostener una acción en el tiempo para conseguir una reducción significativa de los mismos, con el objetivo final de reducir las muertes en el trabajo a cero.

Es necesaria una acción contundente que permita generar un punto de inflexión e iniciar de nuevo una senda de reducción paulatina de la siniestralidad laboral, con la visión de que ninguna persona pierda su vida con motivo del trabajo, objetivo que, por otra parte, se impulsa también desde el ámbito europeo en el reciente marco estratégico de la Comisión Europea.

Lo que sabemos de los accidentes mortales

En el periodo 2017-2019 se notificaron un total de 1.610.815 accidentes de trabajo en jornada de trabajo, con baja. Mientras que ocho de cada 1.000 accidentes fueron graves, el accidente mortal se materializó en uno de cada 1.000 accidentes notificados, de forma que en ese periodo se contabilizaron un total de 1.626 accidentes de trabajo mortales.

En el 42% de estas muertes estuvieron involucradas formas no traumáticas como desencadenante; en el 18% fueron los accidentes de tráfico y en el 11% fueron las caídas desde altura el mecanismo por el que se materializó el fatal desenlace.

¿Cuáles son los objetivos?

  • Promover entornos de trabajo seguros, que no pongan en riesgo la vida de las personas trabajadoras.
  • Reducir progresivamente los accidentes de trabajo, especialmente los mortales, y como consecuencia de esto, también los graves.
  • Situar a España entre los países de la UE con mejor comportamiento en la reducción de la siniestralidad laboral: “Visión cero” muertes en el trabajo.

 

Los accidentes de trabajo no sólo producen pérdida de salud y calidad de vida de los trabajadores y las trabajadoras, y en muchas ocasiones de sus familias, sino que repercuten en importantes costes para las empresas y para la sociedad. Por tanto, es nuestro objetivo, a través de este Plan, promover entornos de trabajo seguros que garanticen la salud y la vida de las personas trabajadoras, que favorezcan la productividad y competitividad de las empresas, y que contribuyan a mejorar la sostenibilidad del sistema de seguridad social y al crecimiento económico.

Acerca del plan

El Plan pretende conseguir el mayor impacto posible en la siniestralidad laboral mortal, reduciendo específicamente los índices de incidencia de esta tipología de accidente y disminuyendo la gravedad de los daños producidos en la salud de los trabajadores.

Por este motivo, las intervenciones se dirigirán fundamentalmente a actividades prioritarias, es decir, las que presentan mayores índices de incidencia de accidente de trabajo mortal, y que cuentan además con el mayor número de población trabajadora expuesta. Las actuaciones abarcarán todos los sectores económicos.

Programas sectoriales

El Plan de choque se estructura en cinco programas sectoriales, que se desarrollarán teniendo en cuenta las características más representativas del accidente de trabajo mortal.

Plan de choque (descarga del documento)