NTP 1191: Salud cardiovascular: recomendaciones para su gestión en el ámbito laboral - Año 2024
NIPO: 118-20-027-6
Autor: Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST), O.A., M.P.
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Las NTP son guías de buenas prácticas. Sus indicaciones no son obligatorias salvo que estén recogidas en una disposición normativa vigente. A efectos de valorar la pertinencia de las recomendaciones contenidas en una NTP concreta es conveniente tener en cuenta su fecha de edición.
1. INTRODUCCIÓN
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2022, el grupo de enfermedades del sistema circulatorio se mantuvo como primera causa de muerte en España con el 26% del total.A nivel más detallado, la enfermedad isquémica cardiaca y las enfermedades cerebrovasculares (los dos tipos de patología cardiovascular más frecuentes) fueron la segunda y tercera causa de muerte después de la COVID-19 con virus identificado.
La importancia de la patología cardiovascular en el ámbito laboral es incuestionable no tan solo por las repercusiones sobre la morbimortalidad de la población trabajadora sino también por el impacto que la mala salud cardiovascular puede tener en la empresa. Por un lado, el sistema cardiovascular puede resultar afectado por factores de riesgo de origen laboral (agentes químicos, biológicos, físicos y psicosociales).
Por otro, la mala salud cardiovascular puede repercutir en un menor rendimiento, mayor absentismo, mayor presentismo o mayor rotación de personal con el consiguiente impacto en los resultados de la organización.
Según la estimación de la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT), las enfermedades cardiovasculares causan al año unos 70.
000 procesos de incapacidad temporal, generalmente de larga duración y con alta probabilidad de acabar en un abandono prematuro del trabajo.
De acuerdo con el Observatorio de Condiciones de Trabajo del INSST, las enfermedades cardiovasculares también son la principal causa de muerte por accidentes de trabajo durante la jornada de trabajo, representando más del 40% del total de fallecimientos por causa laboral ocurridos en el año 2022.
El alcance del problema tanto en las personas como en la organización apoya la idoneidad del establecimiento de programas de salud cardiovascular en la empresa. En la figura 1 se resumen las dimensiones a tener en cuenta a la hora de diseñar una estrategia de intervención en la empresa para evitar el daño (prevención de riesgos laborales) y mejorar la salud (promoción de la salud) en la esfera de la patología cardiovascular.
En este documento proporcionaremos recomendaciones para la acción sobre cada una de estas dimensiones.
2. SALUD CARDIOVASCULAR Y CONDICIONES DE TRABAJO
Su prevención y manejo se basa en la identificación, evaluación y control del riesgo, así como en la puesta en marcha de medidas preventivas ad hoc.
Estos factores pueden ser causa directa de daño (ej.: exposición a fósforo como causa de miocarditis tóxica), contribuyente al asociarse con otros factores de riesgo personales o extralaborales (ej.: trabajo a turnos asociado a hábitos de vida no saludables) o precipitante externo (situación estresante que desestabiliza una enfermedad cardiovascular preexistente).
Agentes químicos, físicos y biológicos
En la tabla 1 se listan los principales efectos sobre el aparato cardiovascular (agudos o crónicos) y algunos ejemplos de agentes químicos, físicos y biológicos que pueden producirlos.
Factores psicosociales, organizativos y ergonómicos
Por un lado, se ha asociado la presencia de estrés crónico con indicadores de control glicémico adversos, deterioro de la inmunidad y una acumulación acelerada de daño molecular y celular. Por otro lado, las emociones negativas pueden aumentar la probabilidad de adoptar conductas de riesgo como el tabaquismo, la ingesta calórica excesiva, la disminución de la actividad física, los trastornos del sueño y el consumo de alcohol y otras drogas, o incluso interfiriendo en la adherencia al tratamiento en personas con enfermedad cardiovascular diagnosticada.
El trabajo a turnos, las largas jornadas de trabajo, la falta de autonomía y una carga de trabajo excesiva son los elementos más citados como factores de riesgo de morbimortalidad cardiovascular y, en concreto, de cardiopatía isquémica.
Se incluye en este apartado el sedentarismo (factor de riesgo independiente de la inactividad física), dado que el mantenimiento de posturas sedentarias en el trabajo depende tanto de las condiciones físicas como organizativas del trabajo.
Estrés laboral
Ejemplos de intervención son:
- Crear entornos de trabajo positivos, gratificantes y estimulantes, así como una organización que dé apoyo a sus trabajadores y trabajadoras.
- Reducir las fuentes de estrés en el trabajo y desarrollar la resiliencia mediante estrategias de afrontamiento.
- Fomentar la cultura de empresa, la participación, la equidad y la justicia, y eliminar el estigma.
Turnos
La promoción de hábitos saludables a través de intervenciones tanto individuales como sobre el entorno, adaptadas a las peculiaridades de este tipo de trabajo, cobra una especial relevancia. Ejemplos de intervención son:
- Sensibilizar sobre la especial necesidad de una buena planificación de las comidas e informar de las pautas alimentarias a seguir.
- Poner a disposición opciones saludables, lugares adecuados y tiempo suficiente para comer.
- Informar sobre las medidas para mantener una buena higiene del sueño, evitar el sedentarismo prolongado e incrementar la actividad física.
Los efectos ligados a las posturas sedentarias en el trabajo incluyen el aumento de la prevalencia de trastornos cardiovasculares y su mortalidad, así como el aumento de la tasa de mortalidad global por todas las causas. Se han relacionado también con ciertos cánceres y el desarrollo de obesidad, diabetes tipo 2 y trastornos osteomusculares sobre todo a nivel lumbar.
Las medidas preventivas frente a este riesgo deben tener como objetivo principal limitar la exposición. Se debe actuar sobre el número y duración de los periodos de tiempo ininterrumpido en los que se mantiene la postura sedentaria, así como sobre el tiempo total de mantenimiento de la postura sedentaria durante la jornada laboral.
Ejemplos de intervención son:
- Organizar la actividad diaria de forma que las personas trabajadoras puedan alternar tareas en postura sentada con otras que les permitan levantarse o desplazarse.
- Permitir pausas activas y regulares, lo que disminuye el tiempo de exposición y favorece la recuperación física.
- Diseñar el entorno y espacios de trabajo para promover los desplazamientos.
Sobresfuerzo y carga física cardiovascular
Existe una metodología bien definida para valorar de forma precisa el consumo energético durante la realización de las tareas derivadas del puesto de trabajo, que permite medir la penosidad de dichas tareas desde el punto de vista cardiovascular.
Se basa en las variaciones de la frecuencia cardiaca de la persona trabajadora y su utilidad principal es la adopción de medidas preventivas para limitar el impacto en la salud.
La NTP 295 -1991 “Valoración de la carga física mediante la monitorización de la frecuencia cardiaca” describe las bases racionales de dicha metodología. El desarrollo tecnológico de los últimos años en instrumentos de medida (portables tipo relojes o tejidos inteligentes) permite mejorar esta monitorización mediante el análisis del trazado electrocardiográfico. Se añade así información sobre otros parámetros útiles como, por ejemplo, aparición de isquemia cardiaca o arritmias.
Ejemplos de intervención son:
- Reestructurar las tareas para reducir el impacto cardiovascular:
- realizando ejercicios de calentamiento, ya sea al iniciar la jornada o antes de las tareas más exigentes, para modular el impacto sobre el sistema nervioso autónomo y evitar sobreesfuerzos,
- permitiendo periodos de vuelta a la calma y una adecuada recuperación tras los esfuerzos,
- mejorando el reparto de cargas o implementar ayudas para su manejo.
- Recomendar rutinas de ejercicio adaptadas a las tareas a realizar (entrenamiento específico para mejorar las capacidades cardiovasculares).
Otras aplicaciones de la valoración de la carga física cardiovascular del puesto de trabajo podrían ser:
- Facilitar el retorno al trabajo tras haber sufrido una patología cardiovascular. La valoración precisa de la carga cardiovascular del puesto de trabajo y su comparación con las capacidades de la persona permiten diseñar un retorno seguro y progresivo.
En ambos casos se podrán proponer programas de salud enfocados a la mejora de las capacidades del trabajador (rehabilitación) y adaptaciones de las condiciones de trabajo (véase el apartado 5 sobre retorno y mantenimiento del puesto de trabajo).
Características generales del lugar de trabajo
Podemos, por lo tanto, promover la salud cardiovascular a través del diseño del entorno y del acceso a recursos cardiosaludables que faciliten la adherencia a dichos hábitos.
Ejemplos de intervención son:
- Diseñar escaleras de fácil acceso y agradables, con señalización que anime a su uso en lugar de los ascensores.
- Facilitar el acceso a espacios y programas de actividad física, ya sea en la empresa o externos.
- Promover pausas activas durante la jornada laboral o en las reuniones de empresa.
- Configurar rutas o paseos en los alrededores de la empresa.
- Incentivar el uso de transporte autopropulsado (ej.: a pie, en bicicleta) en los desplazamientos hasta o desde el puesto de trabajo.
- Informar sobre las calorías, contenido en grasas saturadas o calidad nutricional de los platos ofertados en los menús o en las vitrinas expositoras del comedor de la empresa.
- Dar acceso a alimentos y bebidas adecuadamente identificadas como saludables en el comedor, espacios de descanso, reuniones o eventos.
En el ámbito de la patología cardiovascular, el fin último de este proceso es:
- Concienciar sobre los beneficios de unos hábitos de vida saludable para prevenir los trastornos cardiovasculares.
- Conocer aquellos factores que hacen especialmente vulnerable a su aparición.
- Ayudar a adoptar y mantener un estilo de vida cardiosaludable, fomentando el autocuidado.
- Dar a conocer los programas de salud cardiovascular que a nivel de empresa pretenden promover elecciones saludables, evitar la aparición de patología y facilitar el retorno al trabajo.
- Despertar y mantener su motivación para la adopción y mantenimiento de hábitos de vida saludables.
Ejemplos de intervención:
- Sensibilizar sobre hábitos de vida saludables tratando temas como la actividad física, el sedentarismo, la alimentación, el manejo del estrés, el tabaco, el alcohol, la higiene del sueño, etc.
- ormar sobre la detección de síntomas de alarma: reconocimiento y manejo de aquellos síntomas y signos que sugieren el desarrollo o aparición de un problema cardiovascular (ej.dolor torácico, trastornos neurológicos, etc.).
- Formar para una correcta actuación ante una parada cardiorrespiratoria: maniobras básicas de reanimación y uso de desfibriladores externos.
Ejemplos de medidas para mantener la motivación son:
- Proporcionar información de los resultados y del progreso obtenido tanto a nivel privado (durante el examen médico) como público (rankings, noticias en los medios de comunicación de la empresa).
- Proponer técnicas de auto-registro y auto-refuerzo. El seguimiento individual puede facilitarse a través de diarios, aplicaciones de salud, plataformas para definir y controlar objetivos.
- Establecer un sistema de incentivos (personales, grupales o para la comunidad) en función de los logros, esfuerzo realizado, objetivos conseguidos.
- Maximizar la influencia social, favoreciendo la interacción entre las personas trabajadoras o promoviendo la noción de equipo, organizando actividades con familiares y amigos.
4.SALUD CARDIOVASCULAR A TRAVÉS DE LA MEDICINA DEL TRABAJO
A continuación, se proporciona un listado con ejemplos de acciones que pretenden aprovechar esa oportunidad:
- Promoción de la salud cardiovascular dirigida a la totalidad de la plantilla.
- Identificación, seguimiento y control de los factores de riesgo no laborales para la salud cardiovascular tanto a nivel individual como colectivo orientando las intervenciones en función del nivel de riesgo. Por la relevancia que están cobrando en los últimos tiempos, se recomienda prestar especial atención a dos grupos de elevada vulnerabilidad ante la patología cardiovascular: mujeres en la etapa perimenopáusica y personas afectadas por procesos oncológicos.
- Detección de las personas trabajadoras con alto riesgo cardiovascular y análisis del impacto de las condiciones de trabajo sobre su salud proponiendo medidas específicas para su protección.
- Acompañamiento y reincorporación al trabajo de personas que hayan presentado o sufran una enfermedad cardiovascular y prevención de recurrencias.
- Establecimiento y puesta a punto de un protocolo de actuación eficaz ante la aparición de síntomas de alarma y un evento cardiovascular agudo.
- Establecimiento de circuitos de comunicación, derivación y colaboración eficaces con el resto del sistema sanitario.
En la tabla 2 se muestran algunos ejemplos de acciones
El análisis y evolución en el tiempo de estos datos es útil tanto a nivel individual como colectivo. A nivel colectivo, el conocimiento sobre la prevalencia e incidencia de las diferentes características y condiciones mencionadas en la tabla 3 se traduce en una optimización tanto en el diseño de los programas de sensibilización y formación, como en la mejora del entorno laboral.
A nivel individual, la detección de algún factor de riesgo o patología cardiovascular deriva en un consejo médico sobre su tratamiento, rehabilitación y seguimiento, así como en la adaptación del puesto de trabajo. Todo ello en su conjunto supone una prevención más efectiva de la aparición de enfermedades cardiovasculares o de su recaída, así como en una mayor probabilidad de mantener el puesto de trabajo.
5. SALUD CARDIOVASCULAR A TRAVÉS DE PROGRAMAS DE RETORNO AL TRABAJO
Rehabilitación tras patología cardiovascular aguda
Se basan en cinco pilares fundamentales, que son el ejercicio físico adaptado, una adecuada alimentación, el abandono de los hábitos tóxicos si los hubiere (ej.tabaquismo), la optimización de la terapia médica (farmacológica, quirúrgica, etc.) y la gestión de las consecuencias psicológicas.
La mejora sustancial en las capacidades de una persona que ha padecido una enfermedad cardiovascular tras su paso por uno de estos programas aumenta la probabilidad de un retorno exitoso al puesto de trabajo.
Adaptación del puesto de trabajo
En el caso de la cardiopatía isquémica, la valoración de la penosidad de las tareas a través de la medición de la carga física cardiovascular (descrita en el apartado 2) es muy útil para establecer dichos márgenes y adaptar las condiciones de trabajo.
Para la patología cerebrovascular, la presencia y grado de déficits neurológicos residuales son los principales determinantes de la adaptación del puesto de trabajo.
Mantenimiento del puesto de trabajo
Las probabilidades de mantener el puesto de trabajo se ven incrementadas gracias a:
- el seguimiento estrecho de su situación médica en conjunto con los profesionales facultativos responsables (cardiólogos/as, neurólogos/as, etc.),
- la evaluación continuada del balance entre sus capacidades y las exigencias del puesto de trabajo, y la adaptación dinámica de este si se considera necesario,
- la derivación precoz por sospecha de recaída.