Virus del chikungunya

Los humanos actúan como el principal reservorio durante los periodos epidémicos. Fuera de estos periodos, los monos, roedores y aves constituyen el reservorio del virus, manteniendo su circulación en ausencia de casos humanos ^{(5) (9)}. 

Humanos, primates no humanos, roedores, aves y mosquitos del género Aedes ⁽¹⁶⁾.

No se ha determinado una dosis infectiva mínima, no obstante, la infección natural ocurre tras una única picadura de mosquito. 

Desconocida.

No presenta formas de resistencia.

La enfermedad producida por el virus del chikungunya es una zoonosis transmitida por la picadura de mosquitos infectados, en especial hembras del género Aedes (Aedes aegypti y Aedes albopictus) ^{(10) (17)}.

Se han observado dos ciclos de transmisión del virus: enzoótico y urbano. El ciclo enzoótico ocurre en hábitats forestales, entre primates no humanos, que actúan como reservorios, y los mosquitos como vectores. El ciclo urbano se da cuando el virus se introduce en áreas urbanas, donde los mosquitos facilitan la transmisión sostenida entre humanos, causando epidemias ^{(5) (16)}.

La actividad de los mosquitos suele ser mayor al principio de la mañana y al final de la tarde, aunque existen diferencias de comportamiento entre ambas especies. A. aegypti es principalmente antropofílico y suele ocultarse en interiores para tener un fácil acceso a los hospedadores humanos. Por otro lado, A. albopictus es tanto antropofílico como zoofílico, está activo durante todo el día y en los últimos años ha tenido una amplia distribución geográfica ⁽⁵⁾.

Otra vía de transmisión es por inoculación accidental con objetos cortantes/punzantes contaminados.

Durante la fase de viremia, el virus se puede encontrar en sangre y otros fluidos biológicos, incluyendo el líquido cefalorraquídeo. Los procesos de transfusión sanguínea, manipulación de sangre infectada en laboratorio o extracción de sangre de un paciente infectado presentan un elevado riesgo. Se ha constatado la transmisión del virus mediante trasplante de tejidos y órganos ^{(8) (9)}.

El virus no se transmite de persona a persona por contacto directo ^{(7) (10) (13)}.

Puede haber transmisión transplacentaria al feto, aunque ocurre en raras ocasiones ^{(2) (3) (4) (6) (8)}.

Percutánea. Transplacentaria.

La fiebre del chikungunya está ampliamente distribuida en las regiones tropicales y subtropicales de África, Asia sudoriental, el subcontinente indio, la región del Pacífico y las Américas. 

El mosquito vector A. aegypti se encuentra en las regiones tropicales y subtropicales, mientras que el rango de A. albopictus abarca zonas templadas e incluso frías. A. albopictus es responsable de la aparición del CHIKV en Europa y América. 

En España existen regiones medioambientalmente favorables para A. aegypti, aunque de momento solo se han detectado introducciones puntuales en Canarias. A. albopictus se encuentra en expansión y se ha establecido en zonas costeras del Mediterráneo y del oeste de Andalucía, Baleares y también en regiones de interior. Se ha introducido además en regiones del noroeste peninsular A. japonicus, otro mosquito invasor, cuya capacidad vectorial para la infección de momento sólo se ha demostrado en laboratorio ^{(9) (10) (11) (16)}.

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Los síntomas comienzan generalmente de 3 a 7 días después de la picadura y se caracterizan por la aparición súbita de fiebre alta (39 ˚C-40 ˚C), dolor de cabeza, dolores intensos en las articulaciones (artralgia) y dolor muscular que puede ir seguido de una erupción maculopapulosa. La artralgia por lo general es incapacitante y dura unos pocos días, aunque puede persistir de manera intermitente durante meses o incluso años. No obstante, la mayoría de los pacientes tienden a notar mejoría entre 7 y 15 días después del inicio de los síntomas. La viremia tiene una duración de 7 a 10 días a partir de la aparición de los síntomas. 

La enfermedad presenta una baja tasa de mortalidad. La mayoría de los pacientes se recuperan completamente de la infección, sin embargo, ocasionalmente se han descrito casos de complicaciones agudas relacionadas con trastornos gastrointestinales, descompensación cardiovascular o meningoencefalitis. El riesgo de desarrollar un cuadro clínico grave es mayor en menores de un año, en personas con afecciones crónicas y en personas mayores de 65 años, lo que puede elevar el riesgo de muerte. Los pacientes recuperados de la infección obtienen inmunidad duradera ^{(3) (8) (9) (10) (13) (16) (17)}.

No se han descrito.

No se han descrito.

No se han descrito.

La fiebre del chikungunya parece tener una repercusión sobre el embarazo, con algunas notificaciones de abortos espontáneos y casos de transmisión vertical, principalmente durante el segundo trimestre, aunque es un evento poco frecuente. Los estudios resaltan que las infecciones durante el embarazo pueden producir modificaciones de la placenta y tener consecuencias desfavorables para la embarazada y el feto.

Se ha observado que si la mujer adquiere la infección cerca del momento del parto el bebé puede infectarse al nacer, lo que a menudo le provoca una enfermedad grave. Puede ocasionar daños en la salud cardiovascular, en la piel y en el sistema nervioso central, produciendo encefalopatía. 

No se ha encontrado el virus en la leche materna y por el momento no hay casos de transmisión a través de la lactancia ^{(2) (4) (6) (8) (16)}.