Jornada Técnica: Salud mental: Incorporación y vuelta al trabajo - Barcelona - Año 2019

Bienestar mental y enfermedad mental son parte de un continuo en el que las personas pueden encontrarse a lo largo de su vida. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud mental como un estado de bienestar en el cual la persona es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad.

Tener un empleo digno, saludable y motivador es beneficioso para cualquier persona y, en el caso de las personas con problemas de salud mental, el empleo es, además, una vía fundamental para lograr la recuperación y la autonomía, facilitando que se sustituya el papel de “persona enferma” por el de “persona trabajadora”.

Por un lado, unas nocivas condiciones de trabajo pueden precipitar un proceso de daño en términos de salud mental que va a requerir de la puesta en marcha de las medidas preventivas oportunas a la par de una vigilancia y detección precoz de los posibles efectos sobre el trabajador.

Por otro, el análisis de la situación actual muestra la baja participación en el mercado laboral de las personas con discapacidad asociada a la salud mental. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2017 la tasa de actividad y de empleo de este colectivo fue de un 31,1% y un 18 %, respectivamente.

Independientemente del origen del trastorno, tener un problema relacionado con la salud mental no debería ser una barrera para acceder a un trabajo o permanecer en un empleo. De hecho, se estima que una de cada cuatro personas presentará un trastorno mental en algún momento de su vida, con lo que ello puede suponer para su futuro en el mercado laboral.

En esta Jornada Técnica se pretende concienciar sobre la importancia de facilitar el acceso, la permanencia y la reincorporación al trabajo de las personas con problemas de salud mental, proponer un marco para la acción y dar a conocer ejemplos de buenas prácticas tanto a nivel de la comunidad como de las empresas, combinando actuaciones sobre las condiciones de trabajo y sobre la persona.