Ambiente Térmico

El conjunto de variables termohigrométricas Imagen Ambiente Térmico (temperatura, humedad relativa, etc.) de un puesto de trabajo constituye su ambiente térmico. Pero es el valor de cada una de ellas, combinado con el esfuerzo físico que supone de la tarea, el tipo de indumentaria y las características individuales, lo que determina el grado en que los ambientes térmicos pueden afectar a la seguridad y a la salud.

 

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Información básica

Aquí respondemos a algunas de las dudas básicas de ambiente térmico.

Las características físicas de un ambiente están determinadas por las siguientes variables:

  • Temperatura seca del aire: es la temperatura registrada por un termómetro protegido de la radiación y colocado en el mismo lugar que ocupa la persona expuesta. Se expresa en grados centígrados (ºC).
  • Velocidad del aire: es la medida del movimiento del aire alrededor del organismo y tiene influencia en la forma en que se produce el intercambio de calor entre la persona y el ambiente al que está expuesta. Se mide con un anemómetro o con un velómetro. Se expresa en metros por segundo (m/s).
  • Humedad relativa del aire: es el contenido de vapor de agua que tiene el aire. Se mide con un psicrómetro. Se expresa en tanto por ciento (%).
  • Temperatura radiante media: es la temperatura media de los objetos que rodean el cuerpo, ponderada con la superficie de los distintos objetos y con la distancia al cuerpo. Se mide directamente con radiómetros o, de forma indirecta, a partir de la temperatura de globo. Se expresa en grados centígrados (ºC).

Las variables dependientes del individuo son las siguientes:

  • Actividad física de la persona (M): energía metabólica movilizada para la realización de cualquier trabajo (fisiológico o mecánico). Existen diferentes métodos tanto para su medición directa como para su estimación a través de tablas. Se expresa en vatios (W) o en vatios por metro cuadrado (W/m2) si se refiere a la superficie corporal.
  • Tipo de indumentaria: representa la capacidad aislante de la ropa respecto al calor o resistencia térmica del vestido. Se estima a través de tablas. Se expresa en “clo”, donde 1 clo = 0,155 ºC·m2/W.

El ser humano necesita mantener la temperatura de sus órganos vitales dentro de unos márgenes muy estrechos (37ºC ± 1ºC) con el fin de que las numerosas y complicadas reacciones metabólicas se desarrollen en unas condiciones de temperatura en las que la velocidad y el rendimiento de dichas reacciones sean óptimos.

Esta temperatura interna sólo puede ser mantenida constante si existe un equilibrio entre el calor producido por el organismo y el calor que se cede al ambiente. Este equilibrio es lo que se denomina balance térmico

El encargado de lograr que este equilibrio dinámico se mantenga siempre es el hipotálamo, un área del sistema nervioso central situado en la base del cerebro que activa o desactiva determinados mecanismos fisiológicos (acción de tiritar, vasoconstricción/vasodilatación, sudoración, etc.) cuyo objeto es contrarrestar el signo de las condiciones que suponen pérdida o ganancia de calor.

 

 

 

 

Efectos debidos a ambientes calurosos:

  • Síncope por calor: la pérdida de conciencia o desmayo son signos de alarma de sobrecarga térmica. La permanencia de pie o inmóvil durante mucho tiempo en un ambiente caluroso con cambio rápido de postura puede producir una bajada de tensión con disminución de caudal sanguíneo que llega al cerebro. Normalmente se produce en personas no aclimatadas al principio de la exposición al calor.
  • Deshidratación: la exposición prolongada al calor implica una pérdida de agua y electrolitos a través de la sudoración. La sed no es un buen indicador de la deshidratación. Un fallo en la rehidratación del cuerpo y en los niveles de electrolitos se traduce en problemas gastrointestinales y calambres musculares.
  • Golpe de calor: se caracteriza por un incremento elevado de la temperatura interna por encima de 40,5 ºC y la piel caliente y seca debido a que no se produce sudoración. En este caso es necesaria la asistencia médica y hospitalización.

Efectos debidos a ambientes fríos:

  • Hipotermia: disminución de la temperatura corporal. En particular, la disminución de la temperatura cerebral produce confusión, descoordinación, aletargamiento y, en casos extremos, la muerte.
  • Respiratorios: la inhalación de aire muy frío enfría las mucosas del tracto respiratorio superior y puede, con el tiempo, causar irritación, reacciones microinflamatorias y broncoespasmo.
  • Cardiovasculares: incremento de la presión sanguínea (puntual o crónica) como consecuencia de la vasoconstricción periférica. El frío puede agravar los síntomas otras enfermedades cardiovasculares como el síndrome de Raynaud. También se pueden producir un incremento en la incidencia de trastornos musculoesqueléticos.